Crear o Montar una Empresa: pero antes...

Todo el mundo opina, habla y escribe de cómo crear una empresa. Todos podemos consultar manuales acerca de las formas societarias, contables, aspectos legales, económicos, etc. Pero antes de eso hay 7 cosas más importantes que dependen de nosotros mismos, y ante las que todo emprendedor/a se debe enfrentar para saber a qué se va a dedicar en el futuro y qué probabilidades de éxito o fracaso va a tener.

Montar una empresa o invertir en un negocio puede ser una alternativa para salir adelante, pero también para terminar de arruinarnos si no partimos de unas ideas claras.

Hay mil y un consejos que muchas personas os pueden dar sobre este tema, cada uno sobre un aspecto diferente de todo el proceso de la creación de una actividad comercial o empresarial, desde la forma jurídica, pasando por la forma de financiación, o los errores más frecuentes que llevan al cierre. Pero lo más importante, antes incluso que todo esto, hay que pensar:

0. ¿Qué queremos hacer, qué nos gusta, qué nos ilusiona?: ¿vamos a dedicarnos a algo muy lucrativo pero que no nos gusta nada? ¿Tenemos ilusión en lo que vamos a hacer? ¿Siempre has querido hacer lo que estás imaginando? Es muy importante que aquello que decidamos hacer nos ilusione, no sólo el fin, sino el proyecto en general, el camino que vamos a recorrer es duro, si no hay ilusión el proyecto nace "cojo".

1. ¿En qué somos buenos, qué sabemos hacer?: hay cosas que se nos dan bien de forma innata, otras por experiencia y conocimientos. No todas estas cosas tienen una salida comercial por mucho que nos empeñemos, pero si se pueden reorientar, por lo que es importante saber diferenciar qué cosas se nos dan bien.

2. Áreas donde tenemos experiencia y conocimientos: muy ligado al anterior punto. Seguramente, aunque no tengamos una preparación homologada o reglada, tenemos unos conocimientos superiores a la media de la población en algo concreto, ya sea porque es un tema que nos gusta mucho, o bien porque hemos trabajado anteriormente en el sector, hemos realizado estudios sobre el tema, etc. Por poner un ejemplo, no podemos montar una librería porque siempre nos haya gustado curiosear en la sección de papelería de unos grandes almacenes, hace falta saber cómo se trabaja con los proveedores, materiales, calidades, stocks, etc.

La parte más importante de nuestra actividad no puede depender de los conocimientos de un tercero, ya que entonces podemos perder el control de nuestra empresa, y estar supeditados a la buena fe o caprichos de esa persona.

3. Detectar cómo aplicar todo lo anterior a un área comercial o empresarial: si tenemos ilusión por algo, se nos da bien y somo "expertos" sobre el tema, la cuestión estriba en encontrar cómo buscarle un fin comercial a todo ello, es decir, saber cómo paquetizarlo en una venta, lo que sería, buscarle la utilidad y dónde está tu mercado.

4. Desarrollar la idea en un papel: importantísimo, cuando todo esto va cogiendo forma, esbozarlo en un papel, definirlo y escribirlo, hasta el más mínimo detalle de cómo se articulará nuestra idea, desde elegir la ubicación, el número de empleados que necesitaremos, materiales, forma de trabajo, ciclo de la actividad, permisos que harán falta, licencias, etc.

5. Hacer números: no tienen que ser exactos, pero si realistas, de hecho, todo plan de viablidad debería establecerse en tres escenarios económicos: "normal", "malo", y "peor". De esta forma, siempre nuestras cifras de ingresos y gastos se basarán en cómo irá nuestro negocio en situaciones complicadas.

En este punto debemos cuestionarnos las necesidades de financiación de la empresa, y si son muy elevadas hay que cuestionarse cómo las vamos a conseguir, si existen subvenciones, si lo realizaremos con fondos propios, nos apoyará el banco o nos lo presta un familiar, porque aunque la idea sea muy rentable, como una gasolinera, no todo el mundo tiene medios para acceder al crédito o a fondos para financiar la inversión inicial.

También nos preguntaremos por los gastos y costes de todo tipo, los iniciales para arrancar, los de personal, administrativos, mercancías, etc. Todo tiene que estar contemplado, no se nos puede olvidar nada.

6. Confrontar la idea: una vez trazado nuestro plan de negocio y de viabilidad económica, con alguien de confianza, pero crítico, debemos exponer el desarrollo de nuestro negocio, esto nos hará hacernos preguntas que no se nos habían ocurrido antes, y por lo tanto perfeccionar nuestro plan, o bien desestimarlo si encontramos fallos graves o puntos insalvables que lo hicieran inviable.

De nada sirve que se lo expliquemos a alguien complaciente o sin conocimientos, se trata de buscar fallos, errores, imperfecciones, etc. Si los hubiera, volvemos a rehacer la idea y los números, y volvemos a discutirlo.

Si hemos llegado hasta aquí convencidos de nuestro éxito, estamos en un punto donde sólo hemos invertido tiempo, a partir de este momento comienza la parte en que empezamos a arrancar, y desde la cual cada movimiento se debe realizar fuera de la esfera del diseño y la idea, y el arranque precisa de trámites administrativos para la legalización de la actividad, decidir si empezamos como autónomos ó SL, gestorías, proyectos, licencias, gastos, etc.

En fin, espero que todos los que tengáis idea de empezar una actividad empresarial podáis ayudaros de estas 7 ideas básicas, y que os haga reflexionar y tomar con seguirdad el importante paso que váis a dar.

Mr. Fahrenheit

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